La candidatura de Susana Villarán es fruto de un proceso de concertación y convocatoria amplia que empieza a despertar simpatía y apoyo. Es cada vez más posible imaginar una gestión diferente, que trabaje por una Lima para todos y todas.

Considero necesario antes de intentar una nueva gestión con Susana Villarán, dar cuenta del trabajo que he realizado como regidora metropolitana en los últimos cuatro años. He tratado de cumplir lo mejor posible las tres funciones que creo están implicadas en la labor de un regidor: Representación, Propuesta y Fiscalización.

Sobre mi función de Representación

Frente a un Concejo Metropolitano vertical y encerrado, acostumbrado a las sesiones a puerta cerrada y decisiones al caballazo, la primera acción, en coordinación con otros regidores de minoría, fue recuperar la dimensión pública de las sesiones de Concejo, abriendo las puertas del municipio a la prensa y los ciudadanos y ciudadanas interesados en asistir. Lastimosamente muy pocos asisten, por lo que ha sido un esfuerzo permanente mantener la posibilidad de su presencia. Igualmente logramos un grupo de regidores que previamente a las sesiones de concejo circule la información pertinente (informes y dictámenes) exigiendo mínimos de formalidad. 

Creo haber cumplido un rol de correa de transmisión sostenido reuniones y  levantado en el Concejo pedidos expresos de grupos de vecinos y vecinas de varios distritos de Lima (villa el salvador, San Juan de Miraflores, Barranco, San Isidro, etc) y de manera especial con quienes viven en el cercado de Lima, en áreas abandonadas por el municipio. También he levantado demandas de sectores sociales en conflicto o con agendas desatendidas (comunidad LGBT, despedidos, comerciantes, estudiantes universitarios). Y he acercado información de la gestión metropolitana a la ciudadanía ya sea a través de los medios de comunicación o directamente.

En cuanto a mi labor de presentar Propuestas

En la comisión de medio ambiente he impulsado, junto a otros, el sistema metropolitano de gestión ambiental, así como la implementación de la Comisión Ambiental Metropolitana (CAM) que debiera dar en un futuro los lineamientos centrales para la gestión saludable de la ciudad. Participé del levantamiento de información acerca de centros de explotación minera informal en la ciudad, particularmente en carabayllo, infortunadamente no se pudo avanzar hacia la clausura de  estos, pero la información y la agenda pueden desarrollarse.

 Junto a Rafael García promoví la agenda de desarrollo limpio. He logrado que se promulgue la ordenanza que regula la implementación de proyectos “MDL” así como la posible venta de certificados de emisión reducida de CO2, lo que debería llevar a crear un fondo ambiental para la ciudad. El saneamiento de la propiedad del municipio sobre los rellenos sanitarios viene demorando la convocatoria a concurso público, sin embargo parece que se logrará antes de terminar esta gestión.

 Logramos una regulación que proteja no sólo los pantanos de villa, sino los puquiales que lo alimentan. Sin embargo, de otro lado, la mayoría gobernante impuso en la franja costera de Lurín un cambio de zonificación que afectará tanto al valle como a los pantanos, permitiéndose la construcción de edificios de hasta siete pisos.

 En la comisión de desarrollo urbano he centrado mi labor en tres grandes áreas. La primera es la vigilancia a los cambios de zonificación en la ciudad que han ido generando plusvalía urbana, a grandes constructoras, sin que se traduzca en un beneficio para los vecinos. Si bien no conseguimos evitar el cambio de zonificación de la franja costera de Lurín, se logró evitar la pérdida total de la zona agrícola en carabayllo y lo último que queda de VES. También, en coordinación con los vecinos, logré evitar el cambio de uso de terrenos destinados al deporte en san Juan de Miraflores.

 La segunda fue participar activamente en el marco institucional que rige el desarrollo de la ciudad. Participé en el debate interno y promoví el debate fuera en torno a la aplicación de la Ley de Edificaciones y Habilitaciones Urbanas (Ley 29090) que permite licencias automáticas en edificaciones hasta de 5 pisos en 1000 metros cuadrados. Si bien se logró que la MML se pronuncie en contra y retrase la ejecución, se cedió frente a la presión delejecutivo. Hoy venimos peleando modificaciones al reglamento y creando candados a las habilitaciones desde ordenanzas metropolitanas.  Por otro lado se implementó una ordenanza que recupera el rol rector de Lima metropolitana, permitiendo ser una “segunda instancia” ante los y las vecinas que se vean afectadas por otorgamientos irregulares (ya sea por alturas o usos) de licencias de construcción. Finalmente se ha logrado, tras denuncias del regidor García y mías sobre construcciones en el acantilado de barranco, que se declare zona intangible.

Pensé al inicio de la gestión que mi espacio natural sería la comisión de participación ciudadana y género. Pero la nula voluntad política y la pobre valoración por estos temas terminó por alejarme (además de la exclusiva virtualidad de sus reuniones). Quiero sin embargo dejar constancia de la pelea que di por la incorporación en el presupuesto participativo de talleres presenciales, cosa que logramos al segundo año, pues al inicio era un mecanismo puramente virtual; pero el problema de fondo, es decir la importancia de este presupuesto frente al total de recursos en la MML sigue intacto.

Fiscalización

 Este ha sido mi campo principal de acción en mi condición de regidora de oposición. Inicié esta labor al lado de Rafael García buscando esclarecer los montos reales invertidos en las piletas y sus fuentes de financiamiento. En contra de lo que señaló el Alcalde y el Teniente alcalde, descubrimos que no era inversión privada, sino pública y que llegaba a 16 millones de dólares.

 Tras el reportaje de Cuarto Poder sobre el uso irregular de bienes municipales por personas vinculadas al congresista Walter Menchola,denuncié este hecho ante el concejo y con el apoyo de otros miembros de la oposición exigimos  una comisión de investigación. La mayoría impuso una comisión dominada por ellos, en la cuál estuvimos como parte de la oposición la regidora Oshiro y yo. Presenté un informe en minoría donde señalaba la responsabilidad en los gerentes de EMAPE (y no sólo en el chofer y jefe de logística como señalaba el de mayoría) y que encontré pruebas de este uso desde años antes y que por tanto el Sr. Menchola debía tener investigación penal.

El “tren fantasma” fue el lema de una campaña de información que lancé sobre el tren eléctrico, advirtiendo los costos que implicaban la puesta en marcha de este proyecto (500 millones de dólares adicionales a los 300 ya invertidos) pese a la poca demanda que realmente tenía. La ciudad creció de manera distinta a como se esperaba en los años 80 en que se diseñó esta ruta. Actualmente no llega a tener ni un 3% de la demanda de transporte. Con los 500 millones de dólares que hoy se invierten en este proyecto se podrían construir tres corredores más del Metropolitano (con una correcta administración de fondos). Y abastecer al 40% de la demanda efectiva de transporte público. 

 La Fiscalización a las continuas elevaciones en el costo del Metropolitano empezó en el 2007. En el 2008, tras la segunda elevación solicité el detalle de la estructura de costos de este proyecto, para entender cómo era que pasara de 450 millones de soles a 620 y luego a 850 millones. Hoy, en el 2010, estamos con un presupuesto aprobado de 950 millones de soles para el corredor 1 del METROPOLITANO y sin poder usarlo en su totalidad. El detalle aún no me lo entregan, a pesar de mis múltiples pedidos.

 He alertado y trabajado con las y los vecinos de la margen izquierda del río Rímac, quienes serán afectados por la construcción de la nueva vía expresa “Línea amarilla”. Esta obra de infraestructura vial, se desarrolla en nuestra ciudad no a raíz de una planificación seria, sino de una iniciativa privada. Los socios de OAS, empresa constructora brasilera, han prometido una inversión de hasta 650 millones de dólares. Lo que no se dice es que es a costa de los peajes de evitamiento que alimentarán las arcas de esta empresa por 30 años. Por alguna razón, hipotecar los fondos futuros generados por el peaje no es reportado en los informes financieros como parte de la “deuda” de la MML.

 Finalmente, he denunciado públicamente el pago irregular hecho por la MML a la empresa COMUNICORE, quien comprara la deuda que el municipio tenía con RELIMA, proveedor del servicio de limpieza pública. De manera sospechosa y con personas de la administración municipal vinculadas a los promotores de COMUNICORE, se inició el pago del total de la deuda, 36 millones de soles. Lo extraño es que RELIMA, socio de principal de la MML, vendió por 14 millones esta deuda y que una empresa extraña, COMUNICORE, logró que entre el 27 de diciembre y el 6 de enero se iniciara el pago del total de la deuda.